jueves, 2 de diciembre de 2010

La Crisis Internacional y su Repercusión en Argentina

  Nota del 10 de Agosto de 2007
rivas@institutoige.com.ar



La  crisis financiera internacional en desarrollo muestra que estamos entrando en una crisis múltiple: con base energética más las burbujas  inmobiliaria y bancaria. Por ende, una crisis estructural.  Esta no es una crisis como la de 1987, 1995-1997 o 2001-2002. Estamos en presencia de otra cosa. 

De una crisis  específica  que combina un coctel de 11 factores:
  1. Crisis energética estructural: la demanda de petróleo es superior a la oferta. Hecho histórico. Cada vez es más difícil sostener en el tiempo los 86 millones de barriles diarios que necesita el consumo mundial.  Un barril  que costaba 29 u$s en septiembre del 2003 con Irak ya invadida, vale hoy 71 dólares.
  2.  Escasez de agua potable en muchas partes del planeta. Internacionalmente, un litro de agua mineral cuesta lo mismo que valía un barril de petróleo en 1970.
  3. Achicamiento brutal de la demanda solvente. Un tercio de la humanidad vive con un poco más o menos de un dólar diario..
  4. Aumento creciente del precio de los alimentos. Por primera vez compiten por el uso de la tierra, los alimentos y los biocombustibles. Aumenta el precio de la tortilla de maíz en México, de los fideos en Italia por la falta de trigo ya que siembran maíz   para etanol o de la leche en España por el valor del pienso para las vacas donde un litro de leche cuesta casi como un litro de nafta.
  5. Crisis de los sistemas jubilatorios, en particular la de los europeos que se financia con  bonos de deuda.
  6. Crisis inmobiliaria internacional. No sólo en EEUU sino también en desarrollo especulativo en España, Inglaterra, Irlanda, Islandia, China, Polonia, Hungría y Marruecos.
  7. Sobreproducción automotriz en EEUU y Europa, y en avance  las ligadas a la construcción por la crisis inmobiliaria (cemento, yeso, aluminio, camiones, electrodomésticos, etc.)
  8. Creación de un sistema financiero internacional paralelo al oficial que ha explotado: los hedge funds. Un sistema  de inversión de alto riesgo no controlado por ente alguno.
  9. Crisis bancaria: bancos hipotecarios, comerciales y de inversión. Por ahora en USA, Alemania, Francia, Inglaterra y Australia (Bearn Stern; Commerzbank, Deutsche e IKB; Paribas; HSCB; Mac Quarie como muestra).
  10. Sobreendeudamiento descomunal de las empresas (ola de fusiones y adquisiciones realizada con apalancamiento) y familias, privado y público de EEUU,  Europa y Japón.
  11. Tusunamis de emisión monetaria. De EEUU, Japón y  Europa. La base monetaria amplia de ellos viene creciendo hace casi siete años al 9,5% anual, mientras el de la producción no llega al 3%.

    Lo que ha explotado por el aire en (y que el árbol no tape el bosque) es por ahora un poco la base energética manifestada en los precios del petróleo y del etanol, y las burbujas inmobiliaria, y bancaria-financiera del sistema productivo.
    Lo energético es el telón de fondo, mientras en la superficie aparece la crisis inmobiliaria de EEUU.  País que significa un 25% de la economía mundial, gran importador y principal deudor del planeta.
    La cuestión es que el 65% de la producción  norteamericana gira alrededor de la construcción, y significa el 50% de la riqueza de las personas. Y ahora los precios se están derrumbando a la velocidad de la crisis 1929-33 y así, sin ventas, se está entrando en recesión. A la vez, el mercado hipotecario representa unos 11 billones de dólares, estando ya en riesgo 1,3 billones. El pequeño detalle es que el mercado hipotecario significa el 40% del sistema bancario estadounidense. Pero esto recién empieza.
    La crisis inmobiliaria internacional tiene otros eslabones débiles como España. Aquí el mercado hipotecario es de 1 billón de euros: 67% del mercado crediticio total. Y el tema sigue por Inglaterra, Francia y otros países.
    Semejantes procesos, tendrán fuertes repercusiones sobre América Latina.
    De momento, y para el corto plazo, se perfilan dos escenarios básicos sobre Argentina. Uno de ellos, donde continúe la actual coordinación de los Bancos Centrales de EEUU, Europa, Japón, Australia y otros, y que sigan  inyectando dinero  para evitar más quiebras bancarias, corralitos y desplomes bursátiles, llevando a la economía internacional a una recesión ·controlada”, con precios del petróleo en declive por el enfriamiento de las economías centrales.
    En esta situación,  la Argentina se encuentra con que históricamente las exportaciones significaban el 8% del PBI, que se fue incrementando constantemente desde 1976 en
    adelante hasta ubicarse hoy alrededor del 25% . Es decir, estamos más integrados al mercado mundial. Los cambios a favor o en contra golpean más rápidamente. Y el complejo oleaginoso y cerealero significan el 33% de las exportaciones. Al haber recesión internacional hay menos ventas de estos productos.
    El problema encima, es que a pesar del fuerte alza de las commoditties, los términos de
    intercambio son desfavorables, ya que han crecido más los precios industriales de las
    importaciones:  estamos importando inflación que es una de las fuentes del alza de los precios internos actuales. Estando así las cosas, una recesión “controlada” impactará como:

    a. Salida de capitales aunque se controlen corridas por el relativo alto nivel de reservas. Presionadas por la situación de iliquidez en que se encuentran sus casas matrices, éstas  piden dinero a sus filiales las que a la vez lo logran cambiando sus ganancias en pesos  y vendiendo los bonos por dólares o euros. Por ende, salvo control de cambios, bajan las reservas y sube el riesgo país.

    b. El vuelo a la calidad de los bonos del Tesoro norteamericano encarece el crédito interno al aumentar el spread que necesita pagar el tesoro nacional al refinanciar los bonos de deuda externa. Y al encarecerse el crédito soberano se termina encareciendo el privado interbancos y de allí al crédito a empresas y familias.

    c.Se abaratan las importaciones de gasoil y se atenúa la crisis energética de electricidad y gas por el menor consumo dado por el menor crecimiento.

    d. Bajan los precios internacionales de las commoditties agrícolas por la recesión internacional, y en consecuencia menos riqueza y menos ingresos fiscales, ya que las retenciones significan el 60% del superávit fiscal.

    e. Bajan los precios de los campos, en particular los agrícolas. Por la caída de precios y porque los campos ya cuestan prácticamente lo mismo que las tierras en Estados Unidos, bordeando ya una corrección técnica (over-kill) dado que una hectárea en Pergamino cuesta 11-13.000 dólares.

    f. Los precios de inmuebles urbanos no cambian sustancialmente. El diferencial con los precios internacionales aún es abismal. El m2 de la Ciudad de Buenos Aires, es de 1200 dólares frente a los 8000 dólares de Madrid, los 14.000 de una vivienda promedio en Nueva York o los 20.000 dólares que cuesta en Londres.
Pasemos ahora a un escenario más complicado. A una recesión “descoordinada” donde  la explosión de la burbuja de los hedge funds (se habla de hasta 15 billones de préstamos sin garantía alguna), con su especulación de créditos securitizados pasa al Asia a través de  las filiales de los grandes bancos internacionales. Asia que tiene a  China que es el otro gran actor mundial. Y China no es Japón. Este país en 1987 salvó a EEUU de su gravísima crisis actuando como prestamista de última instancia, sin vender  su altísima cartera de Bonos del Tesoro de USA. Hoy el rol de Japón lo tiene China que no solo tiene 1,4 billones de dólares, siendo un gran acreedor mundial y en particular de EEUU con 900.000 millones de dólares, sino que además y no es un pequeño detalle, no está ocupado militarmente por USA como en el caso japonés, y encima tiene el 20% de la población mundial con lo que ello implica en cuanto a mercado interno. Entonces,  si EEUU sigue inyectando dinero al tusunami crediticio, y la FED reduce la tasa de interés para refinanciar bancos y empresas endeudadas, provocará una fuga del dólar hacia otras divisas:  el euro, el yen y el yuan. Al revaluarse  el yuan que ya lo hizo en un 10% desde el 2005,  se achicarán  sus exportaciones mientras que USA licúa su deuda externa. Lo llamativo  es que ya casi el 40% de las reservas chinas no son dólares (euros,yen. oro?). Seguirá vendiendo dólares China haciendo monetariamente puré a EEUU pero obstruyendo de facto de esa forma sus propias exportaciones? Una respuesta posible es que  así como Japón se hizo seppukku en 1987, por el costo  que tuvo para su país ayudar a EEUU, así también  los chinos en concordancia con su milenaria historia no harán nada por desencadenar ningún terremoto internacional,  ni se suicidarán ya que no es parte de su idiosincrasia. O sea, que EEUU se las arregle sin su ayuda. Más cuando el sistema bancario chino hace dos años que está en capilla por los malos préstamos a empresas estatales. Cuando llueva, la ayuda pasará por casa.

En esta situación la crisis económica se puede transformar en crisis políticas que pueden estallar en cualquier punto del planeta, en momentos de una nueva carrera armamentista con epicentro en Medio Oriente de funestas consecuencias. Dato clave: hasta ahora la inflación internacional se contenía porque los bajos salarios chinos e hindúes anulaban los aumentos del precio del petróleo que importan los países centrales.. Pero sucede que los precios chinos se están incrementando limando esa ecuación.
  Si la situación política mundial provoca un fuerte alza del petróleo, tipo un barril 100 dólares, en ese caso la inflación se disparará a valores muy altos y la Fed subirá la tasa de interés. El impacto sobre América Latina y Argentina será de la envergadura de la Gran Depresión, engendrando nuevos fenómenos sociales, económicos y políticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario